En el futuro, aseguran investigadores en los Estados Unidos, un chip equipado con calentadores de resistencias se encargará de reemplazar el uso de píldoras o inyecciones en enfermos crónicos.
Será parte de películas microdelgadas que serán implantadas y que liberarán la medicación a lo largo de un mes. Así, en función al cambio de temperatura, se encargará de dar la orden para que se libere el principio activo de cada medicamento.
En los diabéticos, por ejemplo, controlará el azúcar en sangre con radiofrecuencia y cuando sea necesario enviará una señal para calentar la película y proveer insulina.
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