Aromaterapia y prevención de accidentes

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Muchas veces hemos escuchado de alguien que ha tenido una seguidilla de accidentes en un corto lapso de tiempo. La expresión «predispuesto a accidentes» fue utilizada por primera vez en 1930 cuando investigadores de la época encontraron y determinaron la relación directa entre el estado emocional de las personas y su inclinación a tener accidentes.

Por ejemplo, si una persona está nerviosa y distraída es muy posible que pueda tropezar por la calle doblándose el tobillo, o cortarse con el cuchillo mientras cocina, o chocar con el auto por estar pensando en el tema que le preocupa sin prestar atención a su entorno.

Existen datos interesantes acerca de los accidentes: Estudios demostraron que el 10 % de los accidentes se atribuyen al azar: el 10% a fallas mecánicas y el 80% restante a la personalidad de la víctima. Esta cifra comprueba la directa relación entre los accidentes y el comportamiento inconsciente de la propia víctima.

Los psicólogos luego comprobaron que la mayoría de los accidentes generalmente ocurre entre un número pequeño de personas y que el resto pasa por la vida con accidentes inferiores e insignificantes.

Por suerte, siempre hay forma de modificar esta tendencia ya que la predisposición a los accidentes no constituye una característica permanente de la personalidad. Puede aparecer y desaparecer con igual rapidez. En muchos casos, si podemos influir positivamente sobre el estado emocional de una persona, la estaremos ayudando a evitar exponerse en situaciones de posibles accidentes.

La aromaterapia puede contribuir a la prevención de accidentes, ya que se ocupa del bienestar del cuerpo, la mente y las emociones y su práctica diaria favorece el bienestar general y la armonía con uno mismo y con el entorno.

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